Una de las mejores maneras de que los padres primerizos, abuelos y niñeras pueden prepararse para lo inesperado es tomar clases de primeros auxilios y resucitación cardiopulmonar infantil (CPR).
Saber qué hacer en caso de una emergencia te ayudará a mantener la calma, pensar con rapidez y tomar medidas para que puedas ayudar a tu hijo.
Veremos aquí cómo manejar algunas de las lesiones y emergencias más comunes que afectan a los niños menores de un año de edad.
Lesiones en la cabeza y de los ojos
Los golpes en la cabeza y las irritaciones oculares deben ser tratados con cuidado, el cerebro y los ojos de los bebés en desarrollo son muy frágiles. Incluso si no parece grave, es una buena idea consultar con el médico.
Lesiones en la cabeza
Este tipo de lesión es común en los niños pequeños, porque la cabeza de un niño es relativamente grande en proporción al resto de su cuerpo. Un niño que se cae de una altura significativa (un metro o más) o se encuentra en un accidente de coche, podría tener una lesión en la cabeza, en el cuello o en la espalda.
Llama al servicio de urgencias si tu bebé pierde la conciencia, tiene convulsiones, rezuma sangre o líquido de los oídos o la nariz, tiene moretones alrededor de los ojos o detrás de las orejas, o actúa como aletargado. No muevas nunca al niño, ya que esto podría causarle una lesión mayor. Llama a un médico incluso para lesiones en la cabeza aparentemente leves. Tu hijo pudo haber sufrido una conmoción cerebral.
Las lesiones oculares
Todas las lesiones en los ojos (las más comunes incluyen moretones alrededor de los ojos, arañazos en la córnea y quemaduras de cigarrillos) deben ser evaluados por un médico. Si una sustancia irritante le salpica en los ojos, lávaselos con agua durante al menos 15 minutos y busca atención médica. No le frotes los ojos, ni le apliques alguna medicación ni trates de sacarle un objeto incrustado.
Si tu bebé tiene una herida en la piel
Heridas en la piel
La mayoría de los cortes de menor importancia pueden tratarse en casa, las heridas graves requieren atención médica. Tú niño puede necesitar puntos de sutura o una dosis de la vacuna contra el tétanos.
Cortes y rasguños menores
Si la lesión apenas rompe la piel, lávale la zona afectada con agua y jabón, sécale, y después aplícale un ungüento antibiótico (como bacitracina o Neosporin) y cubre la herida con un vendaje antiadherente. Mantenle la herida limpia y reemplázale el vendaje por lo menos una vez al día para evitar infecciones. Llama a un médico si el área se inflama, se pone roja, hay una secreción de pus o si tu hijo tiene fiebre.
Moretones
Un moretón se produce cuando los vasos sanguíneos se dañan, causando sangrado debajo de la piel. El área puede ser de color rojo o púrpura, y luego se desvanece a amarillo-verdoso. Aplícale una compresa fría (envuelta en un paño) para disminuir el dolor, la hinchazón y el sangrado posterior. Llama a su médico si tiene grandes moretones, hinchazón, dolor continuo, o contusión abdominal.
Los cortes profundos
Si la herida es grave y continúa sangrando durante más de cinco minutos, llama a urgencias y aplícale presión firme con una gasa estéril o un paño limpio en el sitio de la hemorragia. La elevación de la extremidad lesionada por encima del corazón, ayudará a controlar el sangrado. Si un objeto afilado como un clavo está profundamente arraigado en la piel, no se lo retires. En ese caso, envuélvelo en vendas (para evitar que se mueva), y búscale atención médica.
Si tu bebé se está asfixiando
Atragantamiento
Las vías respiratorias de un bebé pueden ser bloqueada por un objeto pequeño o por un alimento de riesgo, como pueden ser los frutos secos, las uvas enteras, los perritos calientes y las palomitas de maíz. Un niño puede conseguir un poco de aire en los pulmones si tose mientras se asfixia, mira cuidadosamente como sus reflejos trabajan para despejar las vías respiratorias. Si el niño no expulsa el objeto y su tos se debilita, no puede hacer ningún sonido, o deja de respirar, que alguien llame al 911. Si estás sola, presta atención a las pautas a seguir, y luego llama a emergencia.
- Dale cinco golpes en la espalda. Para ello, en primer lugar colócate al bebé boca abajo sobre tu antebrazo, el brazo descánsalo sobre el muslo como apoyo. Apoya la barbilla en la mano, y asegurarte de que su cabeza y cuello estén más bajos que su torso. A continuación, utiliza la palma de tu mano libre para darle cinco golpes en la espalda firmes entre los omóplatos.
- Si el bebe no expulsa el objeto, gíralo sobre su espalda. Apoya al bebe en tu antebrazo, usando el muslo para mantener su cuerpo y tu mano para sostener la cabeza. Asegúrate de que la cabeza y el cuello son más bajos que su torso. Aplícale cinco compresiones en el pecho.
- Repítele los golpes en la espalda y las compresiones en el pecho hasta que el objeto se expulse o el bebé comience a respirar o a toser. Consulta al médico después, incluso si tu bebé parece estar bien.
- Si un bebé se asfixia o pierde el conocimiento, realízale dos respiraciones boca a boca. Si las respiraciones no tienen efecto, probablemente es que la vía respiratoria está bloqueada. Inclina la cabeza del bebé más atrás, levántale la barbilla e insúflale aire dos veces más, más lentamente. Si las respiraciones siguen sin tener efecto, aplícale cinco compresiones más en el pecho.
- Busca un objeto extraño. Ábrele la boca al bebé y búsca un objeto que este obstruyendo las vías respiratorias. Si lo ves, usa tu dedo meñique para quitárselo. (No realizar esto si no se puede ver nada.)
- Insúflale aire nuevamente. Si el pecho aún no se levanta, continúa el ciclo de cinco compresiones en el pecho, en busca de un objeto extraño, e insuflando aire una vez cada cinco compresiones hasta que llegue ayuda. Si el aire entra y se eleva el pecho, insufla aire una vez más y revísale la respiración y la circulación.
Si tu bebé se quema o ingiere una sustancia peligrosa
Quemaduras
La piel de un bebé es mucho más sensible al calor que la piel del adulto. Las quemaduras se clasifican según su gravedad como de primer grado (enrojecimiento), segundo grado (ampollas), y tercer grado (carbonización de la piel). Sigue estos pasos si tu hijo se quemó.
- Retira al bebé del peligro y enfríale el área quemada lavándola con agua fría (a menos que sea una quemadura eléctrica, tal como se describe más adelante). Quítale la ropa al bebé al menos que esté pegada a la piel.
- Cúbrele ligeramente la quemadura con una gasa limpia y seca para reducir el dolor y prevenir la infección. Nunca le apliques hielo directamente sobre la quemadura, y no pongas ningún ungüento sobre una quemadura importante, ya que puede sellar el calor. Del mismo modo, se aconseja evitar los remedios caseros, como la mantequilla, grasa o talcos que no sirven para curar las quemaduras, sino que en realidad pueden causar infección.
Para una quemadura grave (de segundo grado), llama a urgencias; las quemaduras severas pueden causar la pérdida de líquido del cuerpo y dificultad para respirar. Si la quemadura ha afectado a una gran parte del cuerpo del bebé, después de detener la quemadura y enfriarlo con agua, envuélvelo en una sábana limpia y cúbrelo con una manta (para mantenerlo caliente).
Para una quemadura química causada por el contacto con un producto para el hogar, tal como quitaesmalte, desatascador, limpiadores de horno, o cloro de uso doméstico, llama al urgencias y lávale el área afectada con agua corriente fría hasta que llegue la ayuda. Si es posible, retírale la ropa que se haya mojado con el producto químico.
Para una quemadura eléctrica, por ejemplo, cuando un niño pone un objeto metálico en un enchufe o muerde un cable eléctrico, llama a urgencias pero no enfríes la quemadura con agua, simplemente cúbrelo con un vendaje estéril y seco. Las quemaduras eléctricas son engañosas, aunque parezcan pequeñas pueden ser graves.
Envenenamiento
Si sospechas que tu bebé ha ingerido una sustancia tóxica, medicamentos, productos de limpieza o plaguicidas, llama al centro de control de envenenamientos inmediatamente (incluso si no tiene síntomas visibles). Informa exactamente de lo que ingirió (lee los ingredientes de la etiqueta), la cantidad y la hora del suceso. El centro de control de intoxicaciones te indicará si se debe dar atención a domicilio. Si el niño vomita espontáneamente, ponlo de lado para prevenir la asfixia y guarda un poco de vomito en caso de que sea necesario para el análisis.
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